Romance del Solitario (4)

Una parda noche mi amo
declamaba un padrenuestro.
Su mujer se le acercó:
-Debemos irnos, mi viejo.
-¿Dónde podremos vivir?
¿Adónde emigrar espero
con esta vista cansada
y estas canas en el pelo?

Ello se fueron andando
por un obscuro sendero.

Pasaron lentos los meses
me convertí en harapiento
y ahora acabo mi vida
lleno de cansancio y sueño.

No hay comentarios: